¿Existe
«la Historia»? ¿Así, con mayúsculas, ese engendro hegeliano que en su progreso
indetenible sacrifica a los individuos en el altar de su propia
autorrealización? Probablemente no. Es una de las cosas que me sugirió la
lectura de esta extraordinaria novela de Eugen Ruge, donde la «Historia» cede
el paso a las pequeñas historias —reales, concretas, tangibles— de los miembros
de una familia perteneciente a la elite de
la República Democrática Alemana. In Zeiten
des abnehmenden Lichts (En tiempos de
la luz menguante) narra el decurso vital de tres generaciones durante la
fugaz existencia de aquella República falaz. Pero no lo hace para narrar la
«Historia» de aquel breve país que ya no existe, sino justamente para
sumergirnos en las profundidades de las vidas efectivamente vividas por
personas cuyas existencias estaban íntimamente ligadas a la «construcción» de
la utopía socialista en suelo alemán.
Se trata
de una auténtica saga familiar en la tradición de Los Buddenbrooks, arquetipo del Familienroman
alemán, si bien las diferencias entre ambas obras son, naturalmente,
enormes, como enormes son las diferencias entre los mundos en los que ambas
narraciones se despliegan. La novela de Ruge posee una arquitectura muy
compleja que, por un lado, engancha la expectativa del lector con una suerte de
suspenso que se dilata a lo largo de todo el libro y que, a la vez, va
dosificando las revelaciones y los descubrimientos que van surgiendo en la
lectura y lo van ayudando a reconstruir el tejido hilvanado por el destino de
los protagonistas. La mirada de Ruge es muy madura y objetiva: no hay nostalgia
alguna por la RDA, pero tampoco ninguna intención de «denuncia», en el sentido
de una «novela-testimonio». Es también una mirada sabiamente irónica y, a pesar
de la tragedia —o quizás precisamente para darle su justa dimensión—, también llena
de un humor muy bien dosificado, que hace juego con la densa melancolía que
empapa toda la narración.
Los
grandes acontecimientos de esos años son apenas mencionados y son como el telón
de fondo contra el que se desarrollan las peripecias vitales de los
protagonistas. Las memorias de los personajes, sus flashbacks, irrumpen aquí y allá y nos van permitiendo situarlos en
el tiempo histórico. Pero el tiempo real, el más importante, es el tiempo
interno de los protagonistas. El libro está escrito desde una multiplicidad de
perspectivas: desde la vida interior de algunos de los personajes, tal como
ésta se mostraba a su propia conciencia en cada estación de la vida. Y lo que
así se despliega ante nuestros ojos es la manera en que el arrogante intento de
construir el paraíso en la Tierra no puede ser sino una gigantesca mentira en
la que quedan atrapados y asfixiados los destinos personales. La novela, en el
fondo, está construida sobre la dialéctica entre la mentira y la verdad que
subyace a todo orden político constituido con una lógica voluntarista y
sacrificial: como en una tragedia griega, los personajes se van definiendo a sí
mismos desde su complicidad con la mentira de la que son cómplices, hundiéndose
así cada vez más en ella; o desde la voluntad de sacar a la luz toda la
falsedad y el vacío sobre el que han edificado su vida, aún con todo el dolor
que esto supone.
Y eso es
lo que Ruge pone a nuestros ojos, sin juicios morales explícitos, sin retóricas
políticas: las vidas gastadas en vano, las consecuencias del extravío
ideológico (y, añado yo, en último término, de la idolatría), sobre las
existencias concretísimas de las personas que se vieron a sí mismas atrapadas
por el único muro de la historia humana que ha sido construido no para que
ningún enemigo pudiera invadir el país, sino, por el contrario, para que nadie
pudiera salir. Más notable aun es que la narración de Ruge no está escrita
desde la perspectiva de los ciudadanos disidentes de la RDA, sino desde la de
gente que era parte de la dirigencia del sistema. El patriarca de la familia,
incluso, había sufrido la persecución nazi y el consecuente exilio. Y, sin
embargo, aún sin saberlo, todos estaban tan encerrados y atrapados como el más
rebelde de los disidentes, aun siendo ellos mismos los autores de la pesadilla.
Toda la novela está como suspendida sobre un inmenso vacío: el vacío de la
mentira que subyace a todo intento de construir el socialismo, de tomar las
riendas de la «Historia» para dirigirla con un monstruoso voluntarismo hacia su
consumación.
No
obstante, el autor mira también con gran respeto y hasta ternura a sus
personajes. Porque lo que quiere rescatar es justamente el valor absoluto,
infinito, de cada vida vivida, aún en medio de las tinieblas de los infiernos
que los seres humanos tan puntualmente sabemos prepararnos. En esa mirada está,
a mi juicio, la más efectiva y profunda condena del experimento socialista que
pueda hacerse.
Recordé mucho,
cuando leía esta novela, otros libros que leí hace algunos años: Cómo llegó la noche de Huber Matos y Antes que anochezca, de Reinaldo Arenas.
Dos testimonios estremecedores de dos vidas aplastadas por otro socialismo, en
este caso la tiranía caribeña del siniestro Dr. Castro. Las recordé porque,
como la novela de Ruge, tienen como título la noche que se aproxima como una
amenaza. La misma oscuridad que está cerniéndose sobre Venezuela. La noche del
socialismo, que, como las tentaciones más refinadas del demonio, seduce siempre
sub angelo lucis, bajo la apariencia
de luz.
Este
libro fue galardonado con el Deutscher
Buchpreis 2011.
Ruge, Eugen: In
Zeiten des abnehmendes Lichts. Roman einer Familie, Reinbek bei Hamburg: Rowohlt
Verlag, 2011.
Disponible
también en eBook y Kindle.
Edición
en español:
Ruge,
Eugen: En tiempos de luz menguante.
Novela de una familia, Barcelona: Editorial Anagrama, 2013.
Disponible
también en eBook y Kindle.
https://www.goodreads.com/book/show/18815689-in-zeiten-des-abnehmenden-lichts-roman-einer-familie
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